Brasil confía en que la firma del pacto entre Mercosur y la UE sea pronto

La Comisión Europea pospuso la firma del acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea hasta enero, tras las objeciones de Francia e Italia que consideraron prematuro llevarlo a cabo este sábado, cuando la cita se realizaría en el contexto de una cumbre en Foz de Iguazú. Según difundió Agencia Brasil, el vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios de Brasil, Geraldo Alckmin, reafirmó su expectativa de que el pacto pueda concretarse en un plazo breve, resaltando la importancia de este convenio tanto para el bloque sudamericano como a nivel global.

De acuerdo con Agencia Brasil, Alckmin señaló que el acuerdo Mercosur-Unión Europea representa un paso relevante hacia el fortalecimiento del multilateralismo y subrayó la voluntad brasileña de avanzar en este proceso. A pesar de las dificultades surgidas por las distintas posiciones dentro de la Unión Europea, el funcionario manifestó confianza en que las negociaciones continúen su curso y desemboquen en una firma.

El medio informó que Brasil, además de impulsar el convenio con la Unión Europea, mantiene en paralelo conversaciones con otras naciones como India y México, en un esfuerzo por diversificar y ampliar su red de alianzas comerciales. Esta estrategia responde al objetivo brasileño de aumentar el acceso a mercados internacionales y fortalecer el comercio exterior del país.

El aplazamiento de la firma fue anunciado por la Comisión Europea este jueves, después de que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, expresara que, aunque no descartaba respaldar el acuerdo en el futuro, consideraba necesario postponerse la rúbrica hasta dar respuesta a las demandas de los agricultores europeos. Francia también acompañó estas reservas, lo que, según consignó Agencia Brasil, terminó por inclinar la decisión hacia el retraso.

En el contexto europeo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, se manifestaron confiados en que el acuerdo con Mercosur obtendrá finalmente el respaldo necesario dentro de los 27 Estados miembros de la Unión Europea. Según Agencia Brasil, ambos líderes proyectaron que la firma podría ocurrir dentro de tres semanas, calificando la demora como “ligera” respecto a los planes originales.

La decisión de postergar la firma recalca las diferencias internas en la Unión Europea acerca del alcance y el momento adecuado para celebrar el acuerdo comercial. Tanto Francia como Italia han puesto sobre la mesa preocupaciones vinculadas a la protección del sector agrícola y la necesidad de asegurar que el pacto tenga en cuenta los intereses de sus productores. Esta postura obligó a los negociadores a buscar fórmulas que contemplen las reivindicaciones de los sectores más afectados.

El acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea ha sido objeto de negociaciones durante más de dos décadas. El objetivo de ambas partes es crear una de las mayores áreas de libre comercio a nivel mundial, involucrando a más de 780 millones de personas. Tal como publicó Agencia Brasil, las autoridades brasileñas reiteraron que ven en este acuerdo una oportunidad para estimular la competitividad de las empresas del bloque sudamericano, facilitar el acceso a mercados estratégicos y fomentar una mayor integración económica internacional.

Mientras el debate continúa sobre los capítulos finales del pacto y los ajustes solicitados por algunos países europeos, el gobierno de Brasil mantiene una actitud proactiva en la promoción de nuevos tratados comerciales. Alckmin señaló que esta orientación no solo obedece a factores económicos, sino que también busca consolidar el papel de Brasil y del Mercosur en el contexto global como actores comprometidos con la cooperación internacional y el desarrollo sostenible.

Distintas fuentes dentro del bloque europeo han advertido que las negociaciones adicionales podrían prolongarse, dependiendo de la complejidad de los compromisos que se deban asumir para satisfacer los intereses de todos los países parte. A pesar de ello, tanto la Comisión Europea como el gobierno brasileño continúan expresando su disposición a trabajar para salvar los escollos restantes y conseguir la aprobación definitiva del acuerdo.

El proceso cuenta con el acompañamiento de los presidentes de los países sudamericanos que integran Mercosur, quienes han respaldado públicamente los esfuerzos de Brasil y el interés del bloque en consolidar una asociación estratégica con la Unión Europea. La atención ahora se centra en el avance de las conversaciones técnicas y políticas previstas para las próximas semanas, plazo durante el cual se intentarán cerrar los aspectos pendientes con vistas a una posible firma del acuerdo en enero, si se superan las objeciones actuales.

Agencia Brasil destacó que el ejecutivo brasileño considera prioritarios este tipo de acuerdos multilaterales, en un contexto de transformaciones en la dinámica comercial mundial. De igual modo, la expectativa en la región se encuentra en el desenlace de las negociaciones, ya que su resultado impactará de modo directo en el acceso de los productos sudamericanos al mercado europeo y en la proyección económica de ambos bloques en el sistema internacional.

​El ministro Geraldo Alckmin expresó confianza en una pronta concreción del acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea, mientras persisten posturas divididas y la Comisión Europea retrasa la firma tras objeciones de Francia e Italia