Más Madrid pedirá a la Fiscalía investigar la gestión del Hospital de Torrejón y avanza que Sanidad también denunciará

El debate sobre la garantía de equidad en la atención sanitaria cobró especial relevancia tras la publicación de grabaciones que suscitaron preocupación acerca de la influencia de empresas concesionarias, como el Grupo Quirón, en hospitales públicos gestionados bajo este modelo en la Comunidad de Madrid. Organizaciones ciudadanas y grupos sociales presentaron propuestas ante el Parlamento dirigidas a establecer auditorías externas periódicas y a introducir reformas legales orientadas a fortalecer la supervisión de la gestión sanitaria bajo régimen privado, según informó El País. La noticia principal que impulsó esta reacción colectiva fue la aparición de estos audios relacionados con el Hospital de Torrejón, cuya gestión ha quedado bajo el escrutinio de la Fiscalía y del Ministerio de Sanidad.

El medio El País detalló que, en este contexto de creciente inquietud por posibles injerencias privadas en la gestión pública, el grupo parlamentario Más Madrid formalizó una solicitud ante la Fiscalía para que inicie una investigación sobre la administración del Hospital de Torrejón. Paralelamente, el Ministerio de Sanidad, bajo la dirección de Mónica García, comunicó la puesta en marcha de investigaciones destinadas a delimitar responsabilidades y a detectar posibles irregularidades dentro del centro madrileño. Este doble impulso, tanto parlamentario como gubernamental, generó una cadena de respuestas en el entorno político y social, abriendo un amplio debate sobre la relación entre empresas privadas y la gestión de recursos públicos en el sistema sanitario.

El País reportó que la publicación de los audios no solo motivó la atención de la Fiscalía y el Gobierno, sino que desencadenó una serie de iniciativas legislativas orientadas a establecer una mayor transparencia y unas obligaciones de rendición de cuentas más estrictas para las concesionarias de hospitales públicos. Estas propuestas se enfocan en la actualización del marco normativo que regula los contratos de gestión, en la realización obligatoria de auditorías independientes y en la instalación de controles periódicos sobre la actuación y la plantilla de las empresas que operan bajo este sistema.

En las sesiones parlamentarias celebradas tras la divulgación de las grabaciones, tomaron parte representantes de partidos políticos y portavoces de la sociedad civil, quienes, según relató El País, insistieron en la urgencia de revisar los protocolos de control y los procesos de vigilancia en estos hospitales. El debate subrayó la necesidad de restringir claramente el margen de maniobra de las empresas concesionarias para evitar que sus intereses afecten la calidad de la atención o generen conflictos de intereses que puedan perjudicar la gestión de los centros sanitarios. Como detalló el mismo medio, una de las principales preocupaciones planteadas en estas discusiones es asegurar que las decisiones clínicas y el acceso a tratamientos no se subordinen a criterios de rentabilidad financiera, sino que respondan a prioridades asistenciales puramente médicas.

El análisis realizado por El País añade que la revisión legal que se plantea abarca la introducción de protocolos específicos en caso de sospechar injerencia empresarial, así como el refuerzo de la obligación de emitir informes periódicos y públicos sobre la situación y evolución de los hospitales bajo concesión. Las propuestas incluyen una revisión exhaustiva de los contratos suscritos con empresas gestoras, de los procedimientos administrativos de adjudicación y funcionamiento, y del diseño de instrumentos que permitan una coordinación efectiva entre las distintas administraciones competentes.

Respecto al control del gasto, las demandas formuladas por los grupos sociales y políticos ponen el foco en la necesidad de mejorar la fiscalización del uso de fondos públicos destinados a hospitales de gestión privada. Según explicó El País, el objetivo es fortalecer los requisitos en materia de transparencia y gobierno corporativo que regulan la actuación de las concesionarias, con el fin de garantizar que se cumplan los estándares exigidos en la sanidad financiada con recursos del Estado.

El País también informó sobre la respuesta institucional impulsada por el Ministerio de Sanidad: el departamento dirigido por Mónica García anunció una revisión en profundidad del régimen de concesiones hospitalarias y de la normativa que rige la actividad empresarial en el ámbito sanitario público. El propósito declarado de este proceso es intensificar las tareas de inspección, garantizar la igualdad en la atención al ciudadano y evitar situaciones en las que intereses empresariales limiten la objetividad y el correcto funcionamiento de los hospitales.

Según el reportaje de El País, la estrategia adoptada por el Gobierno incluye la creación de grupos de expertos independientes y el fomento de la colaboración entre distintos niveles de la administración, para asegurar una vigilancia continuada sobre la gestión de los hospitales de concesión. Estas medidas se presentan como una respuesta a la desconfianza ciudadana que se manifestó tras la difusión de las presuntas interferencias empresariales, con el objetivo declarado de restablecer la confianza en la imparcialidad del sistema sanitario público.

La acción conjunta de Más Madrid ante la Fiscalía y el paquete de medidas anunciadas por Sanidad se enmarcan en un proceso de replanteamiento del modelo de colaboración público-privada en la sanidad española, tal como recogió El País. Las reformas promovidas buscan establecer controles más eficaces para prevenir la repetición de situaciones similares a las identificadas en el Hospital de Torrejón y reforzar la independencia de los profesionales y las instituciones sanitarias frente a eventuales presiones de empresas concesionarias.

Tanto desde el ámbito parlamentario como en la esfera social, la exigencia principal apunta a aumentar la transparencia, garantizar la imparcialidad en la gestión de los hospitales bajo concesión y asegurar que las decisiones que afectan la atención de los pacientes se tomen con base en criterios clínicos. En suma, la cobertura de El País reflejó la consolidación de una agenda de reformas en la que convergen demandas sociales, políticas y legales, orientadas a fortalecer la supervisión y la rendición de cuentas en la sanidad gestionada mediante modelos de colaboración público-privada.

​Organizaciones sociales y grupos parlamentarios exigen controles más estrictos y reformas legales tras revelarse presiones empresariales en hospitales bajo concesión, mientras el Ministerio de Sanidad anuncia un amplio proceso de revisión del modelo público-privado, según información de El País